viernes, 28 de noviembre de 2014

Sentimiento Guerrero.

He bailado tus rumbas, he llorado tus baladas. He cumplido años con tu "Suenan sirenas de fondo", tu "Que el cielo espere sentao'", tu "Y volar, como volaba Peter Pan hacia Nunca Jamás", tu "yo me he criado en las calles, donde no donde no vale la pena el cuidar cada detalle", tu "Lucho por vosotros que sois mis guerreros", tu "Cuando le dije picaresco 'Nena, yo soy tu refresco, agítame antes de usarme'", y tu "Soy el corazón bastardo de Cupido, que alejas del tuyo con cada latido".
He pasado de bailar subida en el maletero de un coche con siete años "Billy el pistolero", a escribir una redacción de crítica social partiendo de "Cuestión de Prioridades" con diecisiete. Dicen que madurar es cumplir años, yo pienso que es entender las canciones.
Que uno de mis sueños sea poder decirte un simple gracias por todas aquellas noches en las que convertiste lágrimas en risas, o por poner ritmo a mi infancia. Un simple gracias con un abrazo de esos que no se olvidan, porque no se quedaría grabado en la memoria, sino en el corazón. 
Y, aunque probablemente ese sueño aún tarde en cumplirse, mis gracias las tienes desde Sin Noticias de Holanda, y hasta el último acorde de la última canción con la que nos des el privilegio de escucharte. 
Por estos diez años y todos los que hagan falta a tu lado, Món.
Gracias.